miércoles, 26 de diciembre de 2012

Ojos invisibles

A través del hueco que había quedado entre la puerta y el marco sólo veía oscuridad. También creí ver algo más, pero puede que fuera producto de mi imaginación. Un par de ojos, metidos en la negrura, que me observaban en el más completo silencio. Me cubrí con la sábana para alejar la visión de aquellos ojos taladrando mi subconsciente hasta que me quedé profundamente dormido.
Al despertar en mitad de la noche, una mano retiró la sábana.

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