jueves, 14 de marzo de 2013

Marioneta


De enclenques protuberancias hiladas se sostiene,
mas su mirada libre anda, maliciosa, suspicaz, indomable. 
Alguien de ominosa voluntad decide su destino, 
su vida a tan sólo un corte de tijeras,
mas su mirada libre anda, maliciosa, suspicaz, indomable.

Y esos ojos descarnados, 
cuencas que no son más que agujeros de perdición,
inquietan y perturban, y alejan la mano que mueve los hilos.

Más allá del cuerpo y de las ataduras celestiales, 
el alma reflejada en la mirada es la voluntad más indomable,
y no hay hilos, cuerdas o dedos que logren encauzar la enfermiza obsesión
de la marioneta que únicamente desea amar.

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