martes, 19 de marzo de 2013

Juntos para siempre

Ella, delicada como una rosa, cubierta de seda y viento.
Pétalos de roja esencia discurren junto a sus pechos,
Pequeños y hermosos, otrora cautivos de una cruel realidad.

Líneas de vida que se escapan con el último suspiro; 
Su cabello de noche se esparce tras ella, sobre una radiante cama. 
Como el mármol se ha tornado su piel blanda y colorida,
Fría como el más frío invierno, inerte como el profundo averno.

Con labios entreabiertos dejas escapar tu vida, 
delicada como una rosa, el cuchillo entre sus inertes dedos, 
verdugo de tus desesperados sentimientos.

Yo siempre había estado ahí, mas tus ojos no supieron verme.
Ella, delicada como una rosa, cubierta de seda y muerte, 
de insidiosas cualidades vampirescas, mi razón a mí ya no me obedece.
La ciudad se hace grande a mis pies, el viento sacude mi ropa. 

Poco a poco me acerco a tu persona, abajo, abajo, abajo... 

Pues no hay pasos de dudas ni senderos de esperanza; 
mi destino reside contigo. Allá donde estés, de la mano haremos un nuevo camino.

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